Las claves para elegir entre un posgrado virtual y uno presencial
Tomar la decisión de emprender un posgrado es, de por sí, un avance importante en el desarrollo profesional. Sin embargo, el trabajo, la vida diaria y el poco tiempo disponible propios de la vida profesional generan otro interrogante decisivo: ¿cursar un posgrado virtual o uno presencial?
Precisamente, la Universidad Benito Juarez, reconocida por su oferta de especializaciones y maestría en estrategias virtuales y presenciales, ha reunido varias claves para tener en cuenta a la hora de decidirse por cualquiera de estas modalidades de estudio, sobre todo considerando el perfil del estudiante y su disponibilidad para continuar con su vida académica.
“La idea es que el estudiante elija a conciencia la mejor opción para él. Las dos modalidades presentan ventajas, sobre todo de tiempo o de acompañamiento presencial, pero es necesario que el estudiante sea consciente de sus capacidades y limitaciones para que tome la mejor decisión”, explicó el MBA Ignacio Landeros, Director Académico Internacional.
Tenga en cuenta sus competencias personales. Si algo es importante a la hora de decidirse entre la educación virtual y la tradicional es conocer su capacidad de autonomía en el aprendizaje. Es decir, esa facultad que le permite al estudiante tomar decisiones que le conduzcan a regular su propio aprendizaje en función de una determinada meta y de un contexto o condiciones específicas.
En el caso de que usted se considere “disciplinado” a la hora de estudiar, una estrategia virtual puede ser la opción favorecedora, ya que se basa en la capacidad de aprendizaje autónomo. O bien, si usted necesita acompañamiento constante de un profesor, la estrategia presencial es su mejor opción, ya que la experiencia de aprendizaje es directa y constantemente orientada en el aula.
Identifique qué lo beneficia más. Las dos modalidades de estudio presentan diversas y muy completas ventajas, por lo que es necesario estudiar cuáles son las que se acomodan a su momento de vida, situación laboral, tiempo disponible y recursos de estudio.
En el caso de la modalidad educativa virtual, usted es el dueño de su ritmo para aprender, puede incorporar progresivamente estrategias de aprendizaje de acuerdo con su propio estilo, ser más consciente sobre la forma en la que aprende, tener acceso a tutores en cualquier momento, incrementar su motivación, favorecer el trabajo en equipo a través de la coordinación de actividades recibir clases o tutorías desde su propia casa u oficina y así, evitar desplazamientos.
En tanto, en la educación presencial usted estará en contacto con modelos educativos ampliamente conocidos y probados, tendrá una relación directa con su profesor, podrá interactuar de manera presencial con otras personas y desarrollar destrezas y habilidades para el trabajo en equipo, además de que estos cursos no requieren necesariamente un conocimiento profundo de la tecnología.
Fíjese en las estrategias educativas. Si bien la educación presencial es ampliamente regulada, lo que poca gente conoce es que, de la misma manera, la modalidad virtual cuenta con los mismos parámetros de los programas presenciales, es decir, se rige por las condiciones de calidad establecidas por el Ministerio de Educación y con las aprobaciones de ley pertinentes.
En esa línea, tenga en cuenta otros aspectos como el sistema de gestión de aprendizaje desde los cuales operan las aulas virtuales, el modelo académico establecido por la institución, los recursos didácticos y tecnológicos con los que se cuenta, la estrategia evaluativa implementada, la administración del proceso académico y las estrategias de acompañamiento al estudiante.
Ojo al tema económico. En general este aspecto es común para las dos modalidades. Sin embargo, en la virtual usted no incurrirá en gastos por desplazamientos, de manera permanente
Compare el plan de estudios. Aunque los planes de estudios no varían entre las modalidades virtuales y presenciales, sí lo hacen entre diversas instituciones. Para elegir entre una modalidad y otra, encuentre la institución universitaria que tenga reconocimiento en el país, alianzas internacionales y profesores capacitados para ayudarlo en cualquier momento.
En México, por ejemplo, los profesionales de áreas de Áreas Financieras y Educación prefieren los programas de posgrados virtuales, debido a su carácter centrado en la profundización disciplinar, que adicional contribuyen a fortalecer competencias de autonomía y autorregulación y la automotivación para alcanzar sus metas de formación posgradual.